lunes, 11 de febrero de 2013

Te has desvanecido, como suele ocurrir tan a menudo con las almas pérdidas,
te pienso de vez en cuando y me pregunto si no será producto de mi imaginación las facciones de tu rostro o las dos gotitas azules que se posaban sobre tus pómulos, me da miedo que ya no me importe, y lo más probable es que me he acostumbrado a tu ausencia y a recordarte como una leyenda, como algo mítico que quizás tuvo un origen que es desconocido.
Me da miedo olvidar tu figura, tus colores, tus surcos, ya he olvidado tus expresiones, tus palabras y, poco a poco el sonido de la melodía que te caracteriza también se va perdiendo, se va fundiendo entre la niebla, se va. . . se va. . . como la inocencia que se la lleva la vida.
¿Qué será de aquel que solía ser mi héroe dorado, de aquel que creía que por nosotros daría la vida? Claramente no te culpo en parte por esto último, por los inexplicables hechos, por el humo que dejó tu rápida partida. . . pero si te culpo por haber creado la ilusión en seres que la inocencia era su esencia, que no creían en las mentiras ni en la maldad e, incluso, no te culpo por haber llenado de miedo a aquella que nos dio la vida, aquella que se desvive por nosotros, por haber engendrado en ella a una fiera que constantemente la ataca, que la daña, que hace que se muera de pena. . . esa fiera grande, negra y horrible, que también habitaba en ti, y que la engendraron tus padres, las circunstancias, que se traspasó de generación en generación y que claramente, proviene de tu genética.
Podría tener mil razones para buscarte, razones de sobra para pedir que vuelvas. . . pero aún no habita en mi la necesidad de verte ni de hablarte.
Eres como el desaparecido que duerme en algún lugar de los sueños, de la locura, de la enfermedad, y que como un niño atormentado se acurruca en el regazo de las sombras, del vicio y la miseria. . .
O eso es lo que yo imagino.
Aún así no te juzgo. No tengo las herramientas necesarias y podría llegar a ser injusto. Perdón por las últimas palabras que llegaron a tu mente con realidad distorsionada, pero en ese momento, me invadía la rabia. Ahora es distinto, a medida que van pasando los años y comienzo a crecer y llenar de alguna forma el vacío, ya no sé cómo excusarte, porque cada idea nueva que logra compasivamente darme una respuesta. . . es falsa o, quizás no?

Eres un muerto entre los muertos. . . se te fue la vida con un huracán de aliento.
I

Apareciste Anuarí, cuando yo con mis ojos ciegos y
las manos tendidas te buscaba.
Apareciste, y hubo en mi alma un estallido de vida. Se
abrieron todas mis flores interiores, y cantó el ave de
los días festivos.
Me amaste, Anuarí, y alcanzé la gloria suspendida en
tus brazos.
Desapareciste, y quedé sola, los ojos náufragos en noche
de lágrimas.
Bondadosa ha vuelto tu sombra, entre ella y el sepulcro
espera una hora mi alma.




Teresa Wilms Montt

martes, 13 de julio de 2010

Por tuo amor, por tuo amor. . . Todo lo daría.


Si tan sólo supieras lo inefable que es todo esto que comienzo a sentir,todo ese amor que está dentro de mi que es para ti.
Todo esto que te quiero entregar. . . que te quiero regalar, que quiero compartir. Y no es algo pasajero, nada transitorio, al contrario, está lleno de verdad. Y lo verdadero perdura, se queda, te marca, quema...transciende. Todo lo que no es querido queda atrás y de haber sido así, de haber carecido de importancia... todo este viaje muchas veces extraño se hubiera perdido en el tránsito del tiempo, en el noble pasar de las estaciones, pero cada vez me parece remoto el comienzo y más cercano el nacimiento de esta hermosa flor que nació y que con ella trajo este maravilloso sentimiento que me gusta cada vez más, me seduce y me llena de felicidad, cada vez torna a algo más real, si es que aún no lo es. Es algo que no quiero dejar pasar, algo que luego de caóticos cuestionamientos y enrredados cambios, comienza a tomar fuerza, a cobrar valor, nos descubre la mirada y vemos realmente qué es lo que está pasando. Vivimos y cada vez somos más próximos. Vivimos y cada vez nos queremos más. Vivimos y... ya no sé que pasará.
Es imposible olvidar tu talismán, irresistible remar contra tu atracción. A tu lado retrocede el tiempo y, a la vez, avanza. También se estanca. Pero esos segundos que vuelan y vuelan en su silenciosa y tenue marcha son una ilusión y a tu lado no se perciben.
Quiero llenarte de mi amor, regalarte momentos envueltos en hermosas caricias y sellados con sinceridad. Quiero beberte a gotas y llenarte de maravillas que me descubran cada vez más la hermosa fragilidad que habita en ti. Quiero llenarte del olor de la paz y...
Dios Santo! Si supieras todo esto que late, grita y corre hacía ti!
Poco a poco... me teletransporto a aquel lugar donde quiero estar.

Ese lugar... que eres tú.


jueves, 29 de abril de 2010

Desaparece. . . Vete!


A veces (muchas últimamente) siento que me canso demasiado, que se me va el aliento en un escueto soplo, que mi cara se desfigura, se transforma, hace muecas, gestos, pucheros. . . y mientras esto pasa mi pecho se aprieta, mi corazón acelera y acelera y acelera sus desordenados y escurridizos, pero grandes latidos, y el ritmo incrementa esa sensación que ya no quiero sentir. . . le da más vida, cada vez más latente en mi. Dios. . . te conocí y de ahí. . . Nada. Te conocí y de ahí. . . Todo. Te conocí y ahora. . . no sé. Te conocí y. . . te odio. Te conocí y nunca me había pasado algo similar, nunca había experimentado algo tan prolongado, nunca pensé en sentirme así. . . Nunca pensé que desde que te conocí la impotencia se apoderara de mi. Nunca pensé que sería tan difícil o que algo así me opacara de manera tan repentina. Si tu pensamiento fuera diferente, si todo fuera diferente. . . si no fueras de pronto tan indiferente. . .
Me duele mucho. . . y pequeñas gotas saladas ruedan por mis mejillas y demuestran mi desesperación, mi angustia, mi frustración. . . de quererte y que no estés ahí. De quererte de verdad y que esto que siento tenga que gritar en silencio cada segundo de mi existir. Siempre me limita. . . Tú me limitas. Nunca me había sentido así. Te quiero, pero debo olvidarlo. . . debo borrarlo. . . y que ya no haya nada más. Que crimen tener tanto amor para alguien y no poder entregarlo, que se desprecie. . . así sin más. Quiero borrarte por siempre de mi, de mi mente, de mi alma y esa huella que dejaste marcada ahí.

jueves, 11 de marzo de 2010

Y no me cansaré de decirte que te estás muriendo!

Si no vives peligrosamente, no vives. La vida solo florece en el peligro. La vida nunca florece en la seguridad. . . cuando todo esta yendo a la perfección, fíjate, te estas muriendo y no pasa nada.








(No seas ciego, sordo o mudo. . . no escapes de la r e a l i d a d)

Debilidades


Tú tenías ninguna
Yo tenía una
Yo amaba.








(B. Brecht)

viernes, 26 de febrero de 2010

FOLLA Y NO JODAS!


Contener Contener Contener...

Cuál es el sentido de opacar y limitar una parte tan tuya que forma parte de un todo, tu escencia. Que demuestra tal cuál lo que sientes/eres/piensas/vives/etc. y a la vez, enseña lo que realmente compone a cada ser humano. Cuál es el fin de limitar una verdad, lo espontáneo lo embellece todo, arranca los miedos, afiata y fortalece lazos, lo espontáneo es lo verdadero y lo que realmente vale, lo que perdura... aquello que no tiene nombre (...) que sólo se siente y que de alguna manera lo sacamos a relucir con acciones, ciertas palabras que intentan expresar de alguna manera lo que queremos proyectar y transmitir, lo que queremos dejar en libertad. Más que contener es mantener el control... pero a veces ni siquiera eso, sólo vivir, dejar que todo pase... no poner los límites. No siempre los extremos son malos, muchas veces es bueno y hasta necesario tocar fondo, aprender de los "errores", que quizás ni deberían tener ese nombre o, mejor dicho, quizás no deberíamos tener ese concepto tan negativo y poco constructivo de aquel sustantivo, ya que los errores nos ayudan a avanzar, a crecer, a aprender, a madurar, nos ayudan a ser cautos en las cosas que realmente merecen esta actitud, nos ayudan a alcanzar un cierto nivel de perfección (que sin los defectos, no sería tal) y nos ayudan a llegar a algo más allá. Los errores son algo completamente positivo y que sin ellos, nada tendría sentido. Uno debe equivocarse, debe tocar fondo y a medida que pasa el tiempo, uno mismo sabe hasta donde puede llegar y, finalmente, uno mismo se pone sus propios límites. Pero antes se debe vivir, y al final del camino, no por haber vivido "tanto" (que nunca es así, siempre nos va a faltar demasiado) se debe creer que ya se ha vivido todo, que nada se desconoce, tampoco se debe reemplazar la palabra "cobarde" por "cauto", no por eso se debe convertir en alguien represivo, con miedo al dolor, a la experiencia, a amar, a entregarlo todo y por darlo todo quedarse si nada. Es tan exquisito saber que viviste a concho... que no importa que hayas perdido todo, pero esa sensación de haber estado ahí, de haber querido, de haberlo dado todo.. es tuya y nadie es capaz de quitártela... porque no se puede.


Embriaguemonos de tantas maravillas y florezcamos fuera de estación.



SEAMOS SALVAJES SIN FRENOS PARA LA VIDA!




(...) Y podría seguir, pero no vale la pena... quizás en una próxima vez.